Las pistas de atletismo son completamente lisas y planas… pero no todas las partes de una pista se utilizan igual o con la misma intensidad. Existen zonas donde los atletas pisan con más fuerza, frenan bruscamente o repiten movimientos explosivos. Esas zonas acaban absorbiendo más impactos y, en consecuencia, sufren mayor desgaste, como las utilizadas para saltos de longitud, triple salto, salto con pértiga, lanzamiento de jabalina, salto de altura o las zonas de recepción en los saltos de la ría. A estas áreas se les conoce como “zonas de estrés” y, ahí, el espesor del pavimento debe ser superior al resto o contar con una estructura reforzada. World Athletics regula esta información en el capítulo 3 de su Track and Field Facilities Manual de 2019, la publicación que fija los requisitos técnicos que deben cumplir las instalaciones atléticas.
Estas zonas de estrés están sometidas a mayor carga mecánica, por lo que requieren una atención especial. Según World Athletics: “Para la seguridad del atleta y la durabilidad de la superficie, ciertas zonas de la instalación -como el extremo de lanzamiento de la pista de jabalina y los extremos de otras zonas donde el atleta apoya el pie con una fuerza considerable- deben tener un espesor mayor que la mayoría de las zonas de la superficie sintética. Este espesor adicional no debe afectar la uniformidad de la superficie. Los clavos más largos permitidos para el salto de altura y el lanzamiento de jabalina no solo penetran más profundamente en la superficie, sino que el grado de daño que causan es mucho mayor. Cuando sea necesario aumentar el grosor de la superficie sintética, se debe reducir el grosor de la capa base”.
De acuerdo con la guía de World Athletics, entre las zonas de estrés para el pavimento -y que, en consecuencia, requieren mayor espesor de la superficie- se incluyen la zona de recepción tras el salto del obstáculo de ría, las áreas de batida para salto de longitud y triple salto, las de salto de altura y con pértiga y la zona final del pasillo de lanzamiento de jabalina. El manual de World Athletics fija los espesores para estas áreas y la longitud del área que debe abarcar en función de la parte de la pista donde se desarrollan dichas pruebas.
Por su parte, la norma UNE-EN 14877:2013 para Pavimentos para superficies deportivas, en el apartado Requisitos de rendimiento para las instalaciones de atletismo, establece que el espesor de la superficie atlética debe ser igual o superior a 10 milímetros, aunque especifica: “Las zonas usadas para salto de longitud, triple salto, salto con pértiga, lanzamiento de jabalina, salto de altura, y las zonas de recepción en los saltos de la ría deberían contar con un espesor superior o una estructura reforzada”, pero no fija cuál debería ser para cada una de ellas.