La competición más esperada de todas las Olimpiadas, los 100 m masculinos, no defraudó las expectativas con tres atletas por debajo de 9”80. Corriendo más rápido que en la final que ganó en Pekín 2008, Usain Bolt conquistó la medalla de oro imponiendo el nuevo récord olímpico de 9”63, segunda mejor prestación de siempre. La medalla de plata la conquistó Yohan Blake, campeón mundial en Daegu 2011, que completó la carrera en 9”75, mientras que la de bronce fue para Justin Gatlin, campeón olímpico en Atenas 2004, con 9”79. “Cuando corrí la primera prueba de clasificación sentí que podía ganar - declaró Bolt a la BBC después de la competición -. Estaba preocupado por la salida falsa, no quería que me pasara lo mismo que en Daegu. Mi entrenador me dijo que dejara de preocuparme por la salida y que me concentrara en la fase de aceleración, que era mi punto fuerte. Así que dejé de preocuparme e hice lo que tenía que hacer”. Hubiera podido ser la primera final con todos los participantes por debajo de 10”, pero la lesión del jamaiquino Asafa Powell, a pocos metros de la llegada, impidió que así fuera. En los 100 m femeninos otra victoria para Jamaica, la de Shelly-Ann Fraser-Pryce, que también logró ganar su segunda medalla de oro olímpica consecutiva después de la de Pekín 2008. La atleta jamaiquina ganó con un tiempo de 10”75, por delante de la norteamericana Carmelita Jeter y de su compañera de equipo Veronica Campbell-Brown.