El Campeonato Europeo de Fútbol Sala 2010 y las finales de la Copa de la UEFA de Fútbol Sala 2011 han sido dos grandes citas que, además de la calidad de los equipos participantes, han servido para mostrar la calidad del campo en los que se han disputado los partidos, una superficie vanguardista realizada por Mondo.
Desde que en 1988 la FIFA introdujo el fútbol sala (fútbol 5) como nueva disciplina, este deporte, practicado por centenares de miles de personas en todo el mundo, ha registrado un constante aumento de popularidad, sobre todo en los países europeos. La atención creciente de parte de los medios de comunicación, en especial la TV, ha provocado en los últimos años la necesidad de hacer que los partidos sean más espectaculares y divertidos. “Con el aumento del interés hacia este deporte en toda Europa, entendimos que para su desarrollo era esencial poder disponer de superficies que permitieran prestaciones de altísimo nivel”, recuerda Laurent Morel, el Competition Manager de Fútbol Sala de la UEFA. Tras una investigación profunda, la UEFA, en 2004, se percató de que no existían superficies específicamente estudiadas para el fútbol sala sino solo productos genéricos. Así fue como, en colaboración con los principales protagonistas de este deporte (jugadores y entrenadores) se creó un banco de datos que permitiese a las empresas fabricantes de pavimentos hallar la superficie ideal para alcanzar un nivel de juego superior. “Después de numerosas tentativas en distintos eventos -continúa Morel-, hemos alcanzado la calidad profesional que satisface las exigencias de los mejores equipos”.
El reto era ofrecer a los jugadores la máxima velocidad para el balón, aumentando el ritmo de los pases y, potencialmente, permitiendo marcar manteniendo una suficiente adherencia.
“Al igual que la superficie de juego -recuerda Morel-, también las botas y los balones de fútbol sala han sufrido modificaciones, registrando una excelente media de goles en las finales disputadas en Hungría (Campeonato Europeo de Fútbol Sala 2010, ndr). En este sentido el pavimento ha tenido un papel decisivo, no me cabe la menor duda”. Para lograr el resultado esperado, Mondo ha trabajado en estrecho contacto con los responsables técnicos de la UEFA obteniendo un campo rápido y unas prestaciones excepcionales. La solución fue el pavimento Fast Break System 2 Laminated con acabado en madera laminada, que como parte superficial tiene un manto muy rígido y rápido que permite un buen apoyo de la bota, un buen grip, y en la parte subyacente, una estructura elástica que proporciona al sistema un cierto confort y absorción de los impactos ofreciendo una buena elasticidad. Una solución que se usó por primera vez oficialmente en 2007, después de dos años de proyectos y pruebas, y que desde entonces la UEFA ha usado en diferentes ocasiones, obteniendo siempre óptimos resultados y juicios positivos sobre la velocidad y el modo en que corre el balón, sin desviaciones, permitiendo un juego más técnico y espectacular.
Una de las novedades más evidentes de la edición de 2010 del Campeonato Europeo, respecto a las pasadas ediciones, fue sin duda el color del campo de juego, ya que se eligió el negro, color que marca tendencia, de gran impacto y que transmite energía. Esta solución creativa vino dictada por la necesidad de otorgar al fútbol sala un carácter distintivo. La UEFA quiso de este modo satisfacer los deseos del público del fútbol 5, formado casi siempre por chicos de 14 a 18 años a los que les gusta los deportes rápidos, llenos de acción, y quieren un juego en donde se puedan expresar grandes habilidades y acabe con muchos goles. “La decisión de abandonar el tradicional color azul fue arriesgada, especialmente para una competición de nivel internacional. Al final, la absorción de la luz, el efecto televisivo y las marcas de las botas han hecho que el reto sea aún más estimulante. El resultado ha sido increíblemente positivo: los jugadores han apreciado el contraste con el balón, los espectadores desde las gradas y desde su casa y los encargados de las instalaciones se muestran entusiastas”, comenta Laurent Morel.
Vista la creciente popularidad del Fútbol Sala, la UEFA decidió para la edición de 2010 de los Campeonatos Europeos celebrados en Hungría y ganados una vez más por España, ampliar de 8 a 12 el número de los equipos participantes en la fase final de la competición y disputar los encuentros en dos campos: el de Budapest y el de Debrecen. Tanto la Papp Laszlo Sportarena como la Fonix Arena cuentan con la superficie estudiada por la UEFA en colaboración con Mondo. Los equipos han tenido a su disposición la superficie de juego más rápida, con un promedio de goles nunca antes alcanzado, y los comentarios de parte de los jugadores han sido positivos.
“A su llegada a Hungría –recuerda Morel-, después de los entrenamientos en nuestros propios campos, muchos de los jugadores se sorprendieron por la primera experiencia en el campo húngaro, porque lo encontraron inesperadamente rápido. Fueron necesarios algunos días para acostumbrarse pero al final les ha entusiasmado su potencial, sobre todo en términos de posibilidades de llegar a puerta: ¡el objetivo principal de cada jugador!”.
El mismo tipo de campo se usó para la Copa de la UEFA de Fútbol Sala 2011, en una edición marcada por la hazaña del Montesilvano Calcio a 5, que en su debut en Europa se adjudicó el trofeo (el equivalente a la Champions League en el fútbol) en Kazajastán. Fue un resultado histórico para todo el movimiento del fútbol 5 nacional, ya que ningún equipo italiano había ganado nunca la prestigiosa copa, que hasta esa edición veía como su palmarés de oro estaba copado exclusivamente por equipos procedentes de España, Portugal y Rusia (países donde es mayor la tradición del fútbol sala) con una sola excepción para un equipo belga. Mondo de nuevo ha sido patrocinador de las finales de la Copa de la UEFA de Fútbol Sala, celebradas en el Baluan Sholak Sport Palace de Almaty, estadio completamente reconstruido antes de los Juegos de Invierno Asiáticos de 2011. También en este caso los comentarios de los jugadores fueron más que positivos.
“El campo de Mondo es formidable, creo que es uno de los mejores del mundo para jugar al fútbol sala. Es muy rápido y agradable, y también muy bonito. Además, creo que el color negro proporciona al público una sensación visual de gran impacto”, comenta Marcio Forte, capitán del Montesilvano e internacional por Italia. De la misma opinión es su compañero de equipo, Stefano Mammarella, portero del Montesilvano y de la selección italiana: “¡Ante todo tengo que decir que es un parquet que nos ha traído suerte, por lo que solo puedo tener un recuerdo positivo! Aparte de esto, además del efecto visual, he apreciado tanto el pulimento, que permite que el balón se deslice muy rápido, como su especial consistencia, que amortigua los traumas causados por los saltos y las caídas, tan frecuentes para nosotros los porteros”.