Pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza
La ciudad de Zaragoza es un punto de encuentro cultural, económico, artístico y deportivo. Su situación privilegiada, a unos 300 kilómetros de Madrid, Barcelona, Valencia o Bilbao, la han convertido en un importante centro logístico y de comunicaciones. En los últimos años, especialmente con motivo de la Exposición Internacional de Zaragoza en 2008, la ciudad ha ampliado y modernizado sus infraestructuras. Aún hoy esa renovación continúa, como es el caso del Pabellón Príncipe Felipe, el cual ha estrenado recientemente un pavimento de última generación.
La ciudad de Zaragoza tiene mil rostros, tantos como las culturas y civilizaciones que han pasado por ella y han dejado su impronta: Restos y monumentos que conforman un rico patrimonio arquitéctonico. Así por ejemplo, en el siglo XVI, el paisaje urbano de la ciudad llegó a contar con tantas torres de estilo mudéjar, que Zaragoza fue conocida como la ciudad “de las cien torres”, o la “Florencia española”.
Su legado es tan variado que se puede hablar de una Zaragoza romana, una Zaragoza medieval y mudéjar, una renacentista, otra barroca, además de neoclásica, modernista y contemporánea.
Y también, por qué no, se puede hablar de una Zaragoza del agua. No solo por su situación privilegiada, a orillas de los ríos Ebro, Huerva y Gállego, sino por la revitalización de sus riberas a partir de 2008, con motivo de la Exposición Internacional de Zaragoza, dedicada al agua y al desarrollo sostenible.
Ese año, la ciudad estrenó importantes obras que no solo unieron ambas márgenes del río Ebro, sino que dieron vida a sus orillas. Estas obras fueron entre otras, el Pabellón Puente que une el recinto con el barrio de la Almozara y que fue realizado por la prestigiosa arquitecta iraquí Zaha Hadid. También, la Pasarela del Voluntariado, del ingeniero Javier Manterola que, con una longitud de 277 metros, une las dos orillas sin ningún apoyo sobre el río. Y finalmente el Puente del Tercer Milenio que conecta la margen derecha del Ebro con la Expo.
El Pabellón Príncipe Felipe
Estas acciones han ayudado a sensibilizar a la población zaragozana sobre el río y han llevado posteriormente a la promoción de los deportes náuticos sostenibles. Y es que la ciudad de los mil rostros, también es la ciudad del deporte. Así lo demuestra desde su construcción en 1990 el Pabellón Príncipe Felipe. Considerada la verdadera ‘estrella’ deportiva de Zaragoza, estas instalaciones son uno de los más importantes pabellones europeos.
En este pabellón han tenido lugar eventos deportivos de nivel nacional, europeo y mundial, tan relevantes como la final de la Copa de Europa de baloncesto; la Final Four, también de baloncesto; la Copa del Rey de balonmano, o el Campeonato del Rey de fútbol sala.
El pabellón, construido sobre una parcela de 27.300 m2 y con capacidad para albergar 11.000 espectadores, mejoró incluso aun más la calidad de sus instalaciones en septiembre de 2011 con la adquisición de un nuevo pavimento de última generación, igual al que se va a utilizar en las Olimpiadas de Londres.
Se trata del pavimento Fast Break System 2 Wood, fruto de la investigación, desarrollo e innovación de Mondo Ibérica, en colaboración con el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV), entidad experta en esta materia.
Esta cancha sustituye a la anterior, contratada en su día por el Ayuntamiento de Zaragoza a Mondo Ibérica, quien ha cedido la nueva pista para que los equipos de élite de la ciudad puedan disfrutar de un pavimento desmontable del más alto nivel.
De hecho, sobre la nueva pista desarrollan sus entrenamientos y partidos el CAI Baloncesto Zaragoza, de liga Endesa, y el Caja3 Balonmano Aragón, de Liga Asobal, con un promedio de 8 horas diarias de uso.
Panel de Expertos
Según explicó el propio director general de Mondo Ibérica, Santiago Palomera, durante la inauguración de la pista, para desarrollar esta nueva superficie se tuvieron en cuenta las normativas europeas y de las federaciones internacionales, pero además “se creó un panel de expertos que incluía a entrenadores, jugadores y responsables de mantenimiento, entre otros, para definir los mejores parámetros en el aspecto deportivo”.
Una de las principales cualidades del nuevo pavimento, de acuerdo a Palomera, es su “uniformidad total” en las juntas de cada loseta o placa, lo que permite que “la respuesta sea la misma en cualquiera de los puntos de la pista donde bote el balón”.
Para José Luis Tejel, quien lleva 21 años como director del Pabellón Príncipe Felipe, es un “orgullo” el contar con una pista de estas características y asegura que los jugadores la elogian por “su excelente rendimiento en sus niveles de deslizamiento y elasticidad”.
Así por ejemplo, el escolta estadounidense del CAI Zaragoza, Chad Toppert, afirma que "es mejor esta superficie que la del año pasado. Noto diferencia al correr y en los cambios de dirección, tiene mejor grip”, y añade que “al final de los entrenos no se notan tan cargadas las piernas, y las articulaciones sufren menos".
El responsable de mantenimiento del Pabellón, Ismael Cativiela, explica que este “mejor grip” se debe a una importante mejora en cuanto al sistema de bloqueo mecánico, que impide el desplazamiento de las placas de la pista que pudiera provocar el entrenamiento de alto nivel. Asimismo, su respuesta en cuanto a aspectos biomecánicos es muy apreciada por los deportistas”, asegura Cativiela.
Y efectivamente, también Demetrio Lozano, lateral del Caja3 BM Aragón, elogia la pista, la cual considera “perfecta, tanto por su material como por su dureza y deslizamiento”. Lozano se muestra además muy satisfecho con el acabado de la pista. “Es muy profesional, al máximo nivel. No se puede pedir un parqué mejor”, asegura el jugador.
En esta instalación, según explica el director del pabellón, se alterna la competición nacional de los dos equipos citados, con la competición europea en la que participa el equipo de balonmano, así como con diferentes eventos de caracter nacional e internacional de otros deportes. Además, “el hecho de tratarse de una pista desmontable ha permitido maximizar el uso de las instalaciones con la realización de eventos varios de otra índole, como conciertos, convenciones o espectáculos familiares”, concluye José Luis Tejel.
El mantenimiento
Según explica Ismael Cativiela, responsable de Mantenimiento, los cuidados de esta superficie son similares a los de las anteriores pistas. “Se realiza un mopeado diario para eliminar el polvo y una limpieza mediante fregadora automática y pulverización de desengrasante específico para la eliminación de la resina utilizada en el balonmano”. Los servicios de limpieza los realiza el personal de la instalación.
En este sentido, Cativiela destaca “la disposición y colaboración de Mondo para mejorar los aspectos de manejabilidad, mantenimiento y limpieza de la pista”.
Las piezas de este pavimento han sido diseñadas para garantizar la facilidad y rapidez de ensamblaje y desensamblaje de la pista, tratando de rentabilizar al máximo el tiempo de montaje y desmontaje de la misma.
El montaje y el desmontaje se realizan mediante el suave deslizamiento entre piezas y se puede realizar con un equipo de seis personas en aproximadamente cuatro horas.